Con los años, el contorno facial pierde firmeza y tonicidad.
La flacidez facial es la pérdida de firmeza de la piel del rostro, causada por la disminución de elastina, encargada de proporcionar elasticidad a la piel, y el colágeno, encargado de aportar resistencia a la misma. Esta disminución se debe al envejecimiento cutáneo. Provoca descolgamiento y arrugas en el rostro. La piel se desprende primero ligeramente antes de soltarse progresivamente. Los primeros puntos que muestran esta pérdida de firmeza son el arco mandibular, la papada, los surcos nasogenianos y los párpados. La flacidez cutánea da una impresión general de rostro cansado y marcado por la edad.
El proceso de la flacidez de la piel es lento y profundo: se inicia alrededor de los 30 años y su impacto en los volúmenes del rostro son visibles desde los cuarenta. La pérdida de tonicidad de la piel es particularmente evidente en los párpados, el contorno del rostro (mejillas, zona naso-geniana) y en el escote.
La flacidez no es sólo una traducción del envejecimiento cutáneo. También puede ser el resultado de demasiada tensión en la piel, por ejemplo, con la pérdida o aumento de peso demasiado rápido y / o frecuente. La piel, que se estira muy bruscamente o demasiado a menudo, pierde su capacidad elástica.
Con el tiempo, no sólo se suelta la piel, se "atrofia" también: pierde volumen. Este fenómeno, que también afecta el tejido adiposo, muscular y óseo, contribuye a la flacidez facial. Al final toda la estructura del rostro cambia.
Para entender el proceso de flacidez de la piel, debemos saber que la piel contiene Colágeno que forma una red densa y son responsables de la resistencia de la piel a las fuerzas que estiran y tensan. Y Elastina que le da a la piel su elasticidad además de su resistencia a la tensión.
Durante años,el colágeno y la elastina se renuevan constantemente y son de buena calidad, lo que les permite desempeñar su papel sin dificultad. Pero con el tiempo, se vuelven frágiles y su síntesis disminuye. La red de fibras es entonces menos sólida y menos densa. La piel, menos firme, termina por aflojarse y el rostro se vuelve flácido.
La presencia de flacidez de la piel se asocia a :
· El aumento de peso excesivo y rápido
· Las distensiones repetidas de la piel
· La gravedad
· El cigarrillo, que favorece la producción de radicales libres que resultan en alteraciones en las fibras de colágeno y la elastina
El proceso de flacidez de la piel es el mismo en todas las superficies del cuerpo y para todos los seres humanos. La única diferencia entre las personas es debido a su composición genética que determina la capacidad del organismo para gestionar su stock de fibras de colágeno y elastina, que garantizan la firmeza y elasticidad de la piel.
Para conseguir retrasar su aparición es importante realizar ejercicio físico y llevar un estilo de vida saludable ya que ayuda a estar en buena forma, lo que supone tener unos músculos fuertes y sanos que retrasarán la aparición de flacidez y se encargarán de mantener la piel firme.
Es recomendable usar cremas y sérum reafirmantes, así como cremas antiaging que ayudan a mantener la firmeza de la piel, y muy importante, evitar tomar el sol de forma excesiva.
Para combatir la flacidez facial lo mejor es recurrir a algún tratamiento que no requiera cirugía, que ayude a estimular el colágeno de la piel como la radiofrecuencia, la mesoterapia facial y el relleno de ácido hialurónico, y los tratamientos con hilos tensores.
Dra. Lorena Pinzón
MD Universidad Nacional de Colombia.
Magister Medicina Estética U de Valencia-España
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