El término “peeling” proviene del inglés “to peel” que significa pelar, descamar, por lo tanto es una abrasión de la piel promovida por ácidos, láser o lijados, con los que se busca la renovación cutánea.
El peeling es capaz de alcanzar desde la córnea ( que es la capa más superficial de la piel) hasta la dermis ( capa más profunda), logrando un rejuvenecimiento facial, mejorando el aspecto de manchas y arrugas.
Clasificamos los peelings en superficiales, medios y profundos.
Los superficiales provocan una leve descamación, actúan en la epidermis, no tiene riesgos ni complicaciones para el paciente, se puede usar en todo tipo de piel, al ser los menos agresivos no requieren ninguna recuperación, pueden dejar la piel con una leve rojez y ardor, ideales para rejuvenecimientos leves
Los medios conllevan a una descamación mayor, más efectivos para el manejo de manchas y arrugas de profundidad media, y mejorar cicatrices de acné, remueve epidermis y dermis, después del tratamiento se puede experimentar ardor leve, piel enrojecida por 1 o 2 días, es necesario el uso de cremas hidratantes y bloqueador solar que no contengan alcohol
El peeling profundo se realiza con químicos agresivos o láser, conlleva a la formación de costras, por alcanzar las capas más profundas de la piel generan mejores resultados, se requiere seguimiento médico, recuperación, uso de medicamentos profilácticos, no es aconsejable en pieles oscuras
Dra. Lorena Pinzón
MD Universidad Nacional de Colombia.
Magister Médicina Estética U de Valencia-España
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