Normalmente dejamos las manos a un lado a la hora de realizar nuestras rutinas de belleza. Y eso a pesar de son las que primero delatan el paso del tiempo, dado que la piel que recubre estas zonas tiene una serie de características que así lo propician.
Hay que destacar que existen diferencias en la piel del dorso y la palma, y que las empleamos para todo además de estar más expuestas al exterior y a las agresiones externas que otras partes del cuerpo.
El dorso de las manos es más suave que su parte contraria. Esto se debe a que la piel que lo recubre es muy fina y apenas tiene vello, por ello los productos cosméticos se absorben con más facilidad en este lado. Su tejido adiposo es escaso, de modo que todas estas singularidades provocan que su epidermis sea más frágil y que envejezca con más facilidad.
La palma está formada por una capa córnea más gruesa, y aunque posee tejido adiposo no contiene glándulas sebáceas, pero sí una cantidad importante de glándulas sudoríporas, lo que provoca que a veces sudemos con frecuencia en esta zona.
Cada uno de estos elementos, favorecen que las manos tienden a resecarse con más facilidad y a deshidratarse antes. Además, hay que tener en cuenta a qué tipos de trabajos las hemos sometido y con qué sustancias han estado en contacto a lo largo de su vida. Lo que también puede contribuir a un mayor deterioro.
Por eso debemos incluirlas siempre en nuestros cuidados diarios, usando cremas hidratantes, exfoliantes, y recurriendo a tratamientos médicos específico para para rejuvenecerlas con la intención de mejorar su apariencia.
El rejuvenecimiento de manos es uno de los tratamientos en Medicina Estética que está teniendo más demanda hoy en día. Mostrar una cara joven es tan importante como unas manos con aspecto saludable por ser las zonas de nuestro cuerpo que más entran en contacto en nuestra vida social.
A partir de los 35 años ya se empieza a ver el deterioro en el aspecto de las manos, mayormente en áreas tropicales como la nuestra, dónde por la radiación solar es más marcado éste envejecimiento, notando cambios en el dorso de las manos como manchas, pérdida de elasticidad, aumento de la red venosa y la deshidratación.
Son éstos cambios los que envejecen el aspecto de nuestra piel y hacen que los pacientes cada vez busquen más opciones para enlentecerlo y de ser posible, revertirlo
Por un lado, se puede aplicar ácido hialurónico en el dorso, aportando hidratación y aumentando el grosor del tejido subdérmico. Que en combinación con vitaminas, minerales o aminoácidos aportando extras de hidratación, logrando así un tacto más suave y terso.
También podemos realizar peelings químicos , manejo con láser o IPL para mejorar el aspecto de manchas que pueden envejecer nuestras manos.
Consultanos para poder elegir y realizar el tratamiento de rejuvenecimiento de Manos indicado para ti y lucir siempre no sólo un rostro joven sino unas manos jovenes y tersas también.
Dra, Lorena Pinzón Ch.
Medica Estética U. de Valencia
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